"La motivación para la creación proviene de la percepción de la realidad misma, en cuanto a la infancia y la fragilidad donde se construyen el carácter psicológico de las personas, que rigen y conforman la sociedad. La niñez es una parte primordial en el crecimiento de cada individuo, el arte es capaz de evocar ciertas emociones provenientes del mundo interno de cada ser humano. El dibujo, la pintura y el recorte; como trabajo plástico, han formado gran parte de la motivación a lo largo del tiempo, comprendiendo que estas formas de expresión nos entregan una manera compleja, física, mental y espiritual de concebir realidades, de generar en planos 2D posibilidades de construcción de espacios tridimensionales".

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